Aviones de combate estadounidenses realizaron cinco ataques aéreos contra el Instituto Vocacional en el distrito de As Sawma’ah, en la Gobernación de Al-Bayda, en el centro de Yemen, mientras que tres bombardeos adicionales con drones impactaron la zona de Al-Sahlain, en el distrito de Al-Salem de Kitaf, al este de la Gobernación de Saada.

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Estas agresiones forman parte de la escalada de ataques que Estados Unidos intensificó desde mediados de marzo, luego de la renovada escalada en Gaza, afectando a múltiples provincias y dejando al menos 117 muertos y 221 heridos, según informó el Ministerio de Salud.

Estas operaciones militares, destinadas a ejercer presión sobre la soberanía y la independencia de Yemen, han provocado la movilización popular en todo el país. El pasado viernes se registraron marchas multitudinarias en la plaza Al-Sabeen de Saná y en más de 450 plazas distribuidas en 14 gobernaciones yemenitas. Los manifestantes, con pancartas y consignas, enviaron un mensaje contundente a Washington:

«Su agresión ha fracasado en Gaza como lo ha hecho en Yemen. La resistencia en Gaza no ha sido eliminada y nuestras operaciones en Yemen no han cesado.»

El liderazgo del movimiento Ansar Allah, encabezado por Abdul-Malik Al-Houthi, manifestó que las agresiones estadounidenses no han disminuido la capacidad militar y defensiva del país, sino que han fortalecido la determinación de continuar la lucha en defensa del pueblo de Gaza y la resistencia contra la intervención imperial.

Según Al-Houthi, “el enemigo estadounidense intenta ejercer toda la presión posible para influir en la postura yemenita —tanto oficial como popular— lanzando nuevas rondas de agresión dirigidas a asesinar civiles”.

Mientras tanto, las tropas yemenitas reiteraron su compromiso con la política de bloqueo marítimo contra la ocupación israelí y los ataques a barcos vinculados a la misma, en un esfuerzo por frenar la expansión del imperialismo en la región

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